Hace ya tres días, se me invito a escribir, de manera sencilla, una razón por la que yo votaría a favor del presidente, actual candidato y sujeto de toda esta narración. Una muy querida amiga, de estas amigas que aun sin conocer ya consideras amiga de toda una vida; me propuso la idea y la acepté emocionado.
Comencé de inmediato a pensar las palabras exactas que iba a utilizar, las comas, los puntos, las acentuaciones y los momentos dramáticos de esas primitivas ideas, y allí, justo a segundos de comenzar a pensar surgió un primer problema, ¿Que única razón tomar entre las miles que tengo para escoger? ¿Que perfil debe tener esa razón? ¿Que cualidades debe tener para calificar por sobre todas las demás?
Así que me vi abatido por los conflictos que se generan al contraponer una idea con la otra, todas, a mi parecer son de vital importancia para la nación, para las y los venezolanos, y sin ánimos de caer en modismos románticos o frases clichés, para nuestro continente entero: las misiones, nuestra libertad y soberanía (Libre y soberana de verdad), la ayudas sociales reivindicativas, las labores constantes como país en favor de la integración americana, la lucha como proceso político y social para concientizar al mundo sobre las terribles y más que probadas consecuencias que ha traído el Sistema Capitalista a nuestro ecosistema y al delicado equilibrio que hace posible la vida en este planeta, el cambio trascendental y radical de la historia mundial y la visión sesgada que teníamos de ella, el despertar económico, intelectual, político, deportivo, tecnológico, social y cultural que ha tenido Venezuela y como consecuencia América Latina, y si sigo, esta lista será interminable.
Pero esta mañana, justo al despertar, me vino a la mente una frase de Galeano que me transporto a esa conferencia en la que él con su particular voz pausada e inteligente habla del extraño y particular “dictador” que es Chávez para la burguesía venezolana y la élite mundial; decía un venezolano pobre que fue encuestado en algún momento de esta historia contemporánea: “Yo no quiero que se vaya Chávez, porque no quiero volver a ser invisible”.
Y vaya que es una frase tremenda, no sólo por su peso y poder social, ni por su enorme carga sentimental, sino porque a los efectos prácticos y reales en esta sociedad moderna de invisibles viene a ser de un incalculable contenido filosófico, seguramente aquél señor (el que dijo la frase), no estaba pensando en dogmas filosóficos o corrientes de pensamiento mundial, tampoco estaba intentando a modo de libreto sonar inteligente ante una pregunta, él estaba hablando directamente desde su corazón, y sintetizó una de las razones mas importantes que haya podido existir para Revolucionario alguno en este lado del planeta, ¿Cuántos durante tanto tiempo, eramos sólo estadística?, ¿Cuántos eramos sólo un papel en una caja de cartón que perpetuaba a alguna blanco o verde en el gobierno?, ¿Cuántos sólo eramos escuchados cuando hacían algún censo demográfico?, ¿Quién antaño podía opinar, o atreverse a opinar sobre política, o sobre el Gobierno sin temer o sufrir la represión, persecución o inclusive asesinato y desaparición?, ¿Cuantas voces calladas en la terrible época en que la derecha mal gobernó?.
Cada cuatro años llegaba uno diferente o no tan diferente a prometer, parafraseando a Alí Primera, “nuestro derecho al derechito”.
Yo recuerdo cómo un cuartico de leche, un cuaderno Caribe, una escuadra, un borrador, un saca-punta y un lápiz es en lo que consistía la ayuda social que tanto se jactaba de promocionar algún gobierno de esos, a veces llegaron unas arepitas acompañadas del cuartico de leche, a veces llegaba otro lápiz, pero con una arepita cada evento electoral no alimentabas a un pueblo que se moría de hambre y abandono; que hacia colas eternas por un cubo de agua en algún cerro olvidado y súper poblado gracias a la oferta engañosa que el Capital ofrecía.
Yo tampoco quiero que se vaya Chávez porque en la actualidad ya no somos invisibles, ya podemos opinar, y si que en los últimos 13 años se ha opinado en Venezuela, hemos dado pasos firmes y agigantados en la masificación de la cultura, eventos socio-culturales la mayoría gratis para los asistentes son llevados a las comunidades todos los fines de semana, la red de bibliotecas del sur en donde son vendidos miles de libros a precios muy solidarios, programas en radio y televisión dirigidos, creados y producidos por y para los menos favorecidos, el empoderamiento en su máxima expresión reflejado en consejos comunales recibiendo recursos con los que realizan obras para el mejoramiento de sus comunidades, salud gratis para las comunidades mas pobres y/o mas alejadas de las capitales, comida a precios justos y solidarios, Educación Gratis y de calidad, los de abajo definitivamente ya no somos invisibles.
El mundo evidentemente cambió. La dinámica de los pueblos y sus luchas justas, en la búsqueda de sus propias soberanías y libertades, renació hace 13 años cuando nuestro presidente le dijo a los imperios: Venezuela es ahora y para siempre de las y los venezolanos, desde ese momento América comenzó a ser reconocida mundialmente, ya no somos sólo un patio de juego y mina de extracción de recursos, somos pueblos hermanos y soberanos, que les decimos al viejo sistema:
ya no te queremos Capital, que les decimos a los viejos vicios que ya no aceptamos más hambre, mas dolor, mas explotación, mas guerras, mas destrucción, más mentiras y más desigualdad.
Por esto principalmente, y por miles de razones más voy inmensamente convencido que mi voto contribuirá a que sigamos siendo visibles; por fin después de tantos años siento que mis acciones tienen importancia vital, que no solo soy un animal de carga que va ciego y guiado al matadero electoral, sé y hoy mas que nunca que al pulsar ese botón el 7 de Octubre, estaré diciéndole sí a las misiones e inversiones sociales, sí a nuestro sistema económico justo y solidario, sí a nuestro derecho a ser libres y soberanos, y sobre todo sí a nuestro supremo derecho a la felicidad, no es un secreto que nos ha costado mucho, que la lucha no ha sido ni suave ni fácil, pero ¿Que proceso histórico de esta magnitud puede ser sencillo?
Adelante camaradas, que nuestro voto es el mas importante de todos los votos que se hayan podido ejecutar en la historia, somos mayoría, y ya no somos invisibles...
El 7 de Octubre, no puede haber ni un solo venezolano que no salga a votar...
Libertad, Libertad y Más Libertad, nuestra soberanía, por fin, es nuestra...
Alberto Plaza