lunes, 9 de julio de 2012

Porque la Revolución debe continuar


9na Razón para votar por Chávez


Cuando mi querida amiga me invitó a sumarme a esta hermosa cruzada, dije que sí, de inmediato, y pensé que sería una labor fácil: sólo me pedía dar UNA razón por la cual el próximo 7 de Octubre le daré mi voto al comandante Hugo Chávez para que sea presidente de Venezuela por un período más.

Sonia, la misma que recuerdo contándome de los paisajes maravillosos que vió en su travesía por tierra desde Chile hasta acá, de donde regresó al no poder costear sus estudios en ese país antes de la llegada de la revolución a Venezuela…esa travesía desde Chile, con los sueños en la maleta pero vivos, fue la misma que nos permitió encontrarnos, aquélla tarde en la escuela de artes plásticas donde nos hicimos amigas. En aquél entonces mi amiga había empezado a estudiar Comunicación Social en la ULA y enfermería en un instituto. Esa fue su respuesta a ese desaire que el sistema capitalista impuesto en Chile le da a cualquier joven que en sus tierras desea ser profesional, sencillo: si no tienes dinero, no vale de nada ni tus ganas, ni tu aplicación, siempre tendrás que endeudarte. Y así funciona en Chile donde los estudiantes cansados exigen hoy un cambio en las calles, así funciona en Colombia, y en muchos países de nuestro querido planeta…en muchos, pero afortunadamente no en Venezuela.

Estaba nerviosa, pues era la primera vez que me enfrentaba a la tarea de dar clase.

Aún era estudiante, y cuando entré a ese salón en el Liceo Simón Bolívar de San Cristóbal no se quien sentía más ansiedad, si yo que era una muchachita universitaria, o las personas que quizá esperaban ver entrar a alguien de más edad que sería su “facilitadora”.

Para romper el hielo –típico del primer día de clases- hicimos una breve presentación, y les pregunté a cada uno sentado en un círculo una sola cosa ¿Por qué estas aquí?...ese fue mi primer día como facilitadora en el Programa de Educación Universitaria de la Misión Sucre hace ya varios años, ese fue el mismo día que me enamoré de cada uno de los que estaban allí, conmovida hasta el último nervio porque estaba siendo parte de la construcción de ese proyecto del que tanto debatía en la universidad: la construcción de la UNIVERSIDAD NECESARIA.

Entre mis alumnos habían amas de casa, madres solteras, obreros, un trabajador de un taller mecánico, y una señora que trabajaban en casa de familia, gente adulta en su mayoría, trabajadora, con familia y con responsabilidades, a las que el sistema tradicional de educación superior había decidido convertir en la llamada “población flotante”, todos con unas ganas increíbles de aprender y con una respuesta clara a mi pregunta: “estoy haciendo realidad uno de mis sueños: ingresar a la universidad”.

Cada día le agradezco a la vida la oportunidad de haber vivido esos momentos, de poder dar testimonio de cómo la Revolución le elevó el autoestima a la gente, le devolvió la felicidad, porque cuando ves a alguien que de día se revienta trabajando para llevar el pan a su casa y reserva al menos 3 horas cada noche para ir a clase, para estudiar, y los ves avanzar, los ves aprender, los ves debatir y argumentar, los ves investigar, dudar, leer, y ser conscientes de su propio crecimiento intelectual no puedes más que sentirte honrado de ser parte de esa experiencia.

La mayoría de mis exalumnos ya se graduaron en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Varios de ellos orgullosos me hicieron saber de la conquista de su sueño y debo confesar que lloré de la emoción.

Gracias a Chávez en Venezuela la Educación Superior tiene garantía de gratuidad, y gracias a su proyecto subversivo de llevar el conocimiento a donde exista alguien que lo busque, la municipalización de la Universidad permite que en mi país quien quiere estudiar tenga la oportunidad y condiciones favorables de hacerlo, incluso sin tener que mudarse a otro lugar.

Hoy recibimos en Venezuela, estudiantes de otras latitudes que ante la imposibilidad de costear sus estudios en su país de origen ven en Venezuela una casa de brazos abiertos.

He conocido estudiantes de medicina de Guatemala, de Bolivia, de Ecuador que gracias a la Revolución Bolivariana volverán en un tiempo a sus países a trabajar por la salud de sus pueblos. He sido parte de quienes sin pagar un solo centavo han recibido libros gratuitos, distribuidos masivamente por el Estado Venezolano: de literatura, de poesía, de historia…

Querida amiga Sonia, fue difícil escoger entre tantas UNA sola y esta es mi respuesta: tu historia de vida y la de los que fueron mis alumnos es una de mis razones para votar este 07 de octubre por Hugo Chávez...Podría darte muchísimas, pero la libertad que le brinda al hombre el conocimiento, y el apoyo irrestricto que ha brindado el Proyecto Bolivariano para que el pueblo se eduque y pueda materializar sus sueños, es uno de los motivos más hermosos.

Nunca más veremos a alguien irse de nuestras tierras generosas con sus sueños al hombro por no pagar una carrera universitaria… parafraseando a nuestros amigos de teatro declaro convencida: la Revolución Bolivariana debe continuar.


Jacqueline Montes

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