Hay gente que insiste que con Chávez se ha perdido el respeto.Claro está: antes se respetaba al amo, a la autoridad de aquellos acostumbrados a mandar e imponer su palabra -su voluntad- sobre la de los demás. En fin, a los ‘respetables’.
Ahora se respeta es al Pueblo, con un profundo y auténtico compromiso por revertir un aberrante desequilibrio y enaltecer a las voces previamente silenciadas, por medio de la democracia directa: protagónica y participativa.
Chávez nos ha devuelto la irreverencia histórica. Luego de episodios nefastos de nuestro pasado reciente en manos de la oligarquía, como el Caracazo, la legitimidad del Estado se está reconstruyendo desde abajo, expurgando de este modo nuestros legados coloniales de obediencia, sumisión y conformismo ante la injusticia.
Frente a ciertos llamados vacíos de "progreso" y "futuro", que lo que buscan es hacer borrón y cuenta nueva con nuestra memoria como Pueblo pisoteado, es necesario reconocer que sólo de esta forma –saldando una deuda social histórica– llegaremos a ser plenamente una sociedad próspera y equitativa.
George Azariah-Moreno
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